LOS TRES PRÍNCIPES
Y
LA PLUMA DE LA PAZ
En un pueblo vivía un Rey muy malo con sus tres hijos. Uno de sus hijos le descubrió y le intentó detener, pero el Rey lo encarceló. Otro hijo fue a rescatar a su hermano pero lo descubrieron y también lo encarcelaron. El Rey se sentía mal por lo que había hecho y ordenó que los sacaran.
Cuando el rey se murió, dejó una nota informando a sus hijos de quien sería el Rey: el rey será aquel que gane una competición de valentía que consistirá en luchar contra el Dragón de la Montaña Roja.
Los tres hermanos aceptaron.
El Dragón era un enorme animal con cuerpo de cerdo, cola de león, patas de cabra y alas de águila. Los tres hermanos decidieron llevar el desafío por separado y por sorteo le tocó al hermano menor ir el primero.
Cuando llegaron al pie de la montaña, el hermano pequeño descubrió una cueva y decidió entrar. Lo que vio fue un monstruo fuerte y feo que le atacó, pero lo mató con su espada.
Cuando se dio la vuelta, un gran sonido le dejó inmovilizado de terror. Al girarse, se encontró con un niño y le preguntó cómo había llegado a la cueva y el niño le dijo que había sido hechizado por una bruja, encerrándolo en el corazón del Dragón. Pero al derrotarlo había quedado liberado del hechizo.
Los dos salieron de la cueva y fueron corriendo a contárselo a los dos hermanos. Los dos hermanos se quedaron muy sorprendidos y le preguntaron al niño:
-¿Por qué te hechizaron?
-Porque yo era el Príncipe de Francia y quería casarme con la Princesa de Italia.
Esas palabras les extrañaron. Se dieron cuenta de que el niño hablaba con acertijos y no podía ser feliz. Y se fueron al castillo a descansar.
Al rato los hermanos se marcharon hacia la Montaña Roja. Pronto sopló un viento muy fuerte que hizo que los tres hermanos se encontraran con el Dragón. Los tres se aterrorizaron y se marcharon corriendo. Pero a mitad de camino, los hermanos se dieron la vuelta y demostrando su valentía lucharon contra el Dragón y consiguieron vencerle.
Pero del Dragón salió un anciano, que les dijo que había sido hechizado por un malvado Rey, que era el padre de los tres hermanos.
Entonces los hermanos se quedaron decepcionados por la maldad de su padre y ellos no querían heredar nada de él.
Renunciaron al reino y disfrazándose de campesinos se fueron hacia otro pueblo. Al llegar sufrieron mucho porque estaban acostumbrados a la vida lujosa del palacio y el campo era algo muy diferente.
Hasta que un día su suerte cambió al encontrar un Ave Fénix, que les dijo que si rozaban a cada niño que naciera con una de sus plumas, lograrían encontrar la paz que tanto querían.
Cogieron la pluma que el Fénix les ofrecía; al tocarla una sensación cálida nació en la punta de sus dedos, la cual les protegió del frío. Pero al rato, un cuervo les robó la pluma y se la llevó a su nido.
El cuervo se la dio a sus crías ya que desde hace tiempo esperaban el calor para nacer y la pluma se lo proporcionó. Cuando la pluma les rozó a los hermanos les provocó una gran inquietud.
Pero las crías del cuervo eran malvadas y se murieron al rozar la pluma. Pero todas no eran crías de cuervo, también había un huevo de paloma. Del huevo nació una preciosa y blanca paloma, como la de la Paz. Cuando la paloma llevase en el pico la pluma rozaría a los niños recién nacidos.
Así fue como llego la paz a la Tierra. Poco a poco, la tierra se transformó en un lugar lleno de paz, armonía y felicidad. Y así fue como los tres hermanos vivieron felices y pudieron volver a su Reino.
Autora: Alba Pérez Morín
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