lunes, 17 de enero de 2011

Cuento de Iván Cayón


El penalti más largo del mundo

Erase una vez una persona que se llamaba Martin.
No era ni muy alto, ni muy bajo, era normal, con mucho pelo, con cejas un poco grandes y los ojos grandes. Era muy bueno con los niños y tenía 22 años.
 Vivía en un barrio que no era ni muy pobre ni muy rico. Vivía con su madre y su padre que se llamaban: el padre Lucas y la madre Selena.http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT4Bje_QAp8TJ01xUEmWoiPR3rcYGIUWdW9Xp_53FG1hsuE2nkWyAhttp://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT4Bje_QAp8TJ01xUEmWoiPR3rcYGIUWdW9Xp_53FG1hsuE2nkWyAhttp://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT4Bje_QAp8TJ01xUEmWoiPR3rcYGIUWdW9Xp_53FG1hsuE2nkWyA
Jugaba al fútbol; no es demasiado bueno pero jugaba en un equipo que se llamaba Los Colmeneros y era portero. Cuando estaba jugando la final, iba a lanzar el penalti de la victoria, pero de pronto unos hinchas echaron la valla abajo y se suspendió.
Al día siguiente fue al bar de debajo de su casa para ver si llegaba el entrenador y decirles que pasaba con el penalti.
Al cabo de media hora el entrenador llego; cuando entro por la puerta dijo: “el penalti se hará el Sábado a las 11:30 de la mañana a puertas cerradas; tiras el penalti y nos vamos”.
Fue al salón y estaba Lucas y Selena; dijo Martin: “el partido será el Sábado a las 11:30 de la mañana y a puertas cerradas”.
El viernes fue a dar un paseo y se encontró a unos jugadores que querían jugar en su equipo, los niños le dijeron: “¡Martin!, ¡Martin! ¿nos enseñas algún truco para ser mejor portero?”.
Fue Martin a donde ellos y les dijo: “Un truco muy bueno es cuando esta el balón en el area contraria tienes que salir hasta la media luna del area”.
Los niños dijeron: “¡vale, lo haremos en los partidos! confiaremos en lo que nos has dicho”, dijeron los niños.
Martin les respondió: ¡vale!. Se fue hasta que vio a una chica muy guapa y se quedo mirando a la chica; sin querer se choco contra una farola; luego siguió andando y se fue hasta su casa.
Se echo a dormir.
Llego el Sábado, llego el gran penalti; se preparo para chutar pero, no se sabe como, pasaron los padres de Martin al campo; fue a chutar, pero el árbitro dijo que estaba el balón mal colocado; cuando fue otra vez a chutar el portero pidió pasos; por fin chuto a colocar a la escuadra y ¡gooool!. Todos se alegraron y ganaron la copa; todos empezaron a cantar: ¡¡¡Campeones, Campeones!!!
Lucas y Selena se casaron, vivieron felices y comieron perdices.

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