lunes, 17 de enero de 2011

Cuento de Yolanda

El príncipe que no sabía hablar

Había una vez un castillo que estaba en un pueblo que se llamaba “No me olvides”, porque como no vive nadie, no hay nadie y no hay nada excepto un príncipe que se llama El Príncipe Mudito.

Ese príncipe se llama así porque estaba mudo desde que nació.

El príncipe era: muy, muy alto, no era ni flaco ni gordo, tenía los ojos verdes, el pelo negro y corto.

El príncipe tenía ¡siete años!

El castillo en el que vivía el rey se llamaba “El castillo del príncipe mudito”. El castillo se llama así porque, como el príncipe era mudo, a sus súbditos tampoco les dejaba hablar, solo se comunicaban por lenguaje de signos los que saben, los que no saben se comunican escribiendo.

Al día siguiente era el cumpleaños del príncipe, cumplía 8 años. Invito a todos los Duqueses y Duquesas, Reyes y reinas, Príncipes y Princesas (Resumido, a toda la gente importante que él conocía)

Tanto esperar a que viniera toda la gente se hizo de noche y a su fiesta solo fueron sus padres, sus primos, sus tíos y sus abuelos, aparte de todos los del castillo. El príncipe se enfado mucho porque cuando se fue para la cama vio que no habían enviado las invitaciones.

Al día siguiente de su cumpleaños hizo como si anoche no hubiera visto nada y dijo al cartero real en el lenguaje de signos:

-¡Oye cartero real!, ¿le puedo hacer una pregunta?.

El cartero le dijo que sí.

-¿Tu ayer enviaste las invitaciones de mi cumpleaños?

El cartero real se quedo quieto y se fue corriendo, el príncipe se dijo para el mismo, estos carteros, no se puede fiar uno de ellos; todos los carteros reales que he tenido en mis últimos 3 cumpleaños me han hecho lo mismo.

Llamo a su padre y se lo dijo, el padre fue corriendo al castillo de su hijo y le dijo a su padre que se estaba cansando de esperar. El rey le dijo a su hijo que si el cartero volvía a aparecer por ahí: ¡llámame según le veas!, que le tengo que decir un par de cositas.

Cuando llego la hora de merendar el cartero llego y el rey llamo a su padre. Su padre vino corriendo y al cartero le despidió.

El cumpleaños le volvieron a celebrar al día siguiente; vio toda la gente importante y cumplió 8 años de nuevo. El príncipe estaba muy contento y comieron tarta de 3 clases: una de sirope de chocolate y galleta, la otra de limón y de caramelo y la otra de nata y vainilla.

Le regalaron un montón de cosas; casi no le entraban en el cuarto, aunque era bastante grande el cuarto del Principe Mudito.

Sus padres querían que se fuera con ellos al castillo, pero él no quería dejar su castillo. Al final los padres del Príncipe Mudito se fueron a vivir juntos al castillo del Príncipe Mudito.

Autora: Aqua Smith

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